
como un niño huérfano que espera sentado en un columpio a que algún padre salga de la oscuridad y lo empuje, como un fotógrafo que sumerge el papel en la cubeta y contempla un rostro en el que lentamente se revelará una sonrisa, como un tullido en la cama del hospital que acaricia su muñón y le susurra "vuelve, vuelve a mi, tengo tanto cariño para ofrecerte", como un yonki impulsando el émbolo, como un condenado a muerte dando cuerda a su reloj, como un amante despierto que besa los párpados de su amada dormida mientras el alba se desgarra, como un poeta que contempla una hoja en blanco y ésta se marchita, así aguardo yo la llegada inevitable del sueño con el temor y la esperanza de ser otro cuando abra los ojos de nuevo.
8 comentarios:
..."como un condenado a muerte dando cuerda a su reloj". Eres tremendo.
Todos somos otro cuando abrimos de nuevo los ojos. Por suerte, quizás.
y qué hay de todos los otros que eres a caballo de Oniria?
Yo los cierro cada noche, casi sin darme cuenta, deseando que sigas ahí siendo tú cuando los abra de nuevo.
Visito tu página a escondidas,como un gato, como la intrusa que soy en tu dulce baile de palabras. Es un placer leerte. Gracias
mucho cuidadito con quien te metes y con los sms que mandas, campeón
espero que sea por suerte, bicos
Empujo la puerta que permanecía entornada, resguardandome de las miradas ávidas de un objetivo inmovil, y me encuentro tus palabras en mi monitor. Gran hallazgo. Enhorabuena por tu inspiración. Encima es da terriña.... coma non podería ser doutra maneira, me emociono.
Publicar un comentario