
subirme a un taburete y hablar... tal vez de un sueño de puertas que se abren y estoy en el cielo, a la izquierda del padre, adjudicando a dedo interinidades en el paraíso, y entonces recordad agradecido las porciones de humanidad que deseo salvar del infierno y sus cizallas: aquel magrebí con chaqueta en una mañana de verano sentado en la planta superior de un Mcdonald´s de París, "TÚ eres el único responsable", y yo enredado en sus subtítulos, compartiendo su café en vaso de plástico mientras mi amigo "llamaradas" se lavaba en el cuarto de baño, al fondo a la derecha; también aquel desconocido de piernas torcidas que me pidió fuego cerca de Gelmírez, y yo llevaba mechero y siete días sin hablar, y el me dijo "gracias, tío", y entonces lo entendí todo, me subí al taburete y susurré "de nada, meu"