
deseo gritarte a bocajarro para que gires tu cabeza como un faro y me ilumines pero sé que quieres creerme muerto a la orilla de una playa desierta componiendo un cadáver de momentos magullados. eso te hace sentir feliz. me ofreces tu nuca y tu silencio que se aleja. creo ver en tus manos el vaivén de una hoja de calendario deslizándose hacia la pila de asuntos pendientes, luego me atravesarás con tu punzón oxidado para reunirme con todo lo demás que alguna vez fue nuestro y ahora es saliva bajo el labio y arena dentro del zapato. soy un punto ciego que todavía te invita a parpadear, una mota del pasado que arrastrará una lágrima, y eso me hace sentir feliz.