"UNA SONRISA QUE DOMINA PAISAJES ANIQUILADOS" MAESE CIORAN

lunes, septiembre 25, 2006

esperando al oso cavernario

juego a sonreír contra el espejo para que su reflejo me engañe, tahur de mangas anchas y revólver bajo la pernera, porque necesito perder esta tristeza otoñal que siempre me conduce a lo más hondo de mi mismo, y hoy soy un pozo cegado donde la segunda voz de mi niñez quiere chapotear y no le dejan. tal vez si fuese otro, un simbad con chubasquero, un navegante con rumbo - esas estrellas que no se descifrar, el sextante como pisapapeles-, ulises amarrado al mástil con los oídos palpitantes, el bacalao de boca hambrienta comiendolo todo en línea recta, al menos un rodaballo de ojos que todo lo ven y lo desprecia todo, bien pegado al fondo, tal vez si esperase algo, como un cromagnon caléntandose en la hoguera dentro de una cueva de osos que han salido para la ronda nocturna y que alberga temor y un deseo de supervivencia entre las costillas, si al menos pudiera cantar algún fracaso sobre la barra de un bar, un sermón de vino, unos versos. el fuego se extingue, oigo plantigrados volviendo del trabajo, llevan un par de copas de más, puede que escuchen mis penas antes de aceptarme entre sus fauces. trovador devorado.

viernes, septiembre 22, 2006

deletreo decandencia


la vida como envase retornable, dentro de cada vacío un anhelo de aluvión y apocalipsis, siempre levanto las solapas y las aceras en busca de notificaciones de invasión, multas por exceso de vacuidad. nadie me corrije mientras deletreo decadencias con mohines cansinos y las manos en los bolsillos, como un estampado de sábana santa que envejece entre las tapas de una biblia de motel por horas (y jadeos y refriegas y pruritos). me abandono a la existencia de molusco, de cisternas y sifones, a dos metros bajo la última capa del cerebro con derecho a rebelión y grito, para que la eternidad me alcance y me desguace con su manopla de titanio, la belleza de las entrañas al sol. la belleza. la verdad. los conceptos esquivos, ecos de otras épocas donde las palabras llevaban impedimentas y galones, no mugre y celofán, y desfilaban dentro del alma con paso firme, rasgándolo todo. quiero que me devuelvan al fango promigenio, estoy agotando las reediciones, cambio variaciones goldberg por perspectiva nevsky, democristianos abastenerse.